...del Obelisco, en una escena que no hubiera imaginado ni la escritora Virginia Woolf.
Al bajar, una estufa prendida, chocolates y barritas de cereal restablecen los movimientos de las manos moradas. La casa es enorme, para 20 personas, pero la mayoría de las habitaciones están heladas y semivacías. En una sala hay mesa de ping pong; en otra, el juego del sapo. Hay una mesa larga para diez comensales, pero sólo suelen comer dos. Los otros ocho, en todo caso, son invisibles.
Hay un cuarto de herramientas, un baño en buenas condiciones, una sala de máquinas y un lugar para la cucha de Benito. También, un transmisor de frecuencias de radio utilizado en la guerra de 1982, tan antiguo que parece parte del tablero de comandos de la serie El túnel del tiempo. En un armario se guardan libros de espías y novelas policiales. La clave está en Rebecca, de Ken Follett, y El misterioso señor Brown, de Agatha Christie, son dos de los consultados.
Se ve allí un ajedrez, el juego que jugaban los dos fareros de la novela La piel fría, de Albert Sánchez Piñol, mientras temían ser devorados por bestias de la noche salidas del fondo del mar.
En los estantes queda un hueco para guardar la... Leer más ...
Aqui vemos a la Servicio de Seguridad Sueco (Policia Secreta de Suecia o SAPO),en Estocolmo
Son esos tres edificios identicos unidos,y los otros en la parte trasera, fijaros bien px cuando lo vi pensaba que entre ellos habia calles, pero en realidad son los tejados (tejados vivos,jardines).
Los que se signifiquen y rebelen serán abducidos y algún día se les devolverá pacíficos y relajados; bajo su piel humana latirá un corazón de sapo, que irrigará con blanca sangre la carne verde de su verdadero ser.
Y un "rat penat" será su mascota.
!El que avisa no es traidor¡