El parque de Cornalvo, uno de los bellos y típicos paisajes de dehesa extremeña poblada de jara y encinar, esconde en su interior una obra de ingeniería milenaria: el embalse romano de Cornalvo.
El enbalse fue concebido para abastecer de agua a la ciudad de Augusta Emerita (Mérida), capital de la provincia hispana de Lusitania.
EL parque, junto a la presa de Proserpina y el resto de los restos romanos de la ciudad de Merida fueron declarados Parimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993, bajo la denominación de Conjunto arqueológico de Mérida.