...ancla y fue entonces cuando la fragata quedó a merced de las olas y del huracanado viento.
A las 11.30 de 16 de Diciembre de 1900 la fragata de guerra Gneisenau, ya zozobraba, pegando bandazos con la amura una y otra vez contra la escollera del dique de Levante. El barco ya estaba perdido.
En esta terrible situación se dispuso la evacuación de la tripulación, botando al mar varios botes; botes que tan pronto se llenan de náufragos como se hunden en el mar, arrastrando la carga de muchos hombres que se confunden con las irritadas olas. Las campanas de las iglesias de la ciudad tocaban arrebato.
Varias embarcaciones se hicieron a la mar desde el puerto, logrando rescatar a algunos marineros casi desfallecidos; otras no tenían la misma fortuna y eran a su vez presa de las aguas. Otros grupos arrojaban desde las peñas cuerdas a los hombres que luchaban desesperadamente contra las olas y las rocas.
De sus 466 tripulantes, perecieron 41, incluido el capitán, y resultaron heridos un centenar, que fueron atendidos en varios hospitales de la ciudad y en el Consulado alemán, pero también en hogares particulares que se ofrecieron a ello.
Manuel I eligió a los monjes jerónimos para ocupar el monasterio, quienes tenían entre otras, la función de rezar por el rey y dar asistencia espiritual a los marinos y navegantes que partían al descubrimiento de nuevas tierras. La orden de los jerónimos se disolvió en 1833 y el monasterio quedó desocupado y fue incorporado a los bienes del Estado. Hasta 1940 funcionó allí la Casa Pia de Lisboa, institución solidaria destinada a los niños.
Además de los mausoleos reales, también tienen sepultura aquí importantes personalidades de la historia de Portugal.
La puerta principal se encuentra al oeste. Sobre ella hay escenas del nacimiento de Cristo, a la izquierda esculturas del rey Manuel I y San Jerónimo y a la derecha, de su segunda esposa, la reina María, y San Juan Bautista. Por ella se accede a la nave de la Iglesia de Santa María de Belém, en la cual destacan delgadas columnas que sostienen una impresionante bóveda nervada de 29 x 19 metros sin apoyatura central. A cada lado de la nave se encuentran las tumbas de Vasco da Gama y del poeta Luis de Camões.