Entre las muchas leyendas que caracterizan su larga historia, la más famosa es la que tiene como protagonista una serpiente. Corría el ano 293 a. J.C. y en Roma una tremenda epidemia de peste estaba matando a miles de ciudadanos.
La Isla Tiberina, de origen volcánico fue determinante para el establecimiento, hace más de 2800 años, de las primitivas poblaciones en las colinas romanas.