Ciudad que puede ofrecer diferentes alternativas para el veraneante: cuenta con bares y confiterías; una amplia oferta en alojamientos que incluye Hoteles, Apart Hotel, Hosterías, Cabañas, Bungalows y Camping para los más aventureros; un laberinto que combina álamos y vegetación autóctona es una opción divertida para todas las edades; una variedad de establecimientos gastronómicos para todos los gustos convierten a Las Toninas en un destino imperdible.
Bordeada por un tranquilo mar y sus característicos médanos, Las Toninas es un balneario destacado por playas casi planas y muy anchas. Un lugar para disfrutar en familia de aguas cálidas y de poca profundidad, esta ciudad de la Costa Atlántica combina belleza natural y urbana.
Los turbales de la península comprenden el 80% de los existentes en la Provincia de Tierra del Fuego. Gran cantidad de aves marinas, como pingüinos y cormoranes, se observan en la zona y mamíferos, como lobos marinos, nutrias marinas, cetáceos como las toninas y ballenas, etc.
Toniná significa "Casas Grandes de Piedra". Es una importante zona arqueológica del mundo maya. Abarca una extensión de 10 hectáreas. Se halla ubicada a dos horas y media de San Cristóbal y únicamente han sido explorados en ella 4 palacios, entre ellos: el del Inframundo, el de las Grecas y el de la Guerra. También se han descubierto 4 plazas, 7 plataformas y 13 templos. Su edificación principal es 10m más alta que la pirámide del sol de Teotihuacan; está construida en 7 niveles con galerías y pasajes internos, donde se encuentran restos de un mural de estuco de 4 x 16 metros de largo representando el mito de las 4 eras cosmogónicas por las que atraviesa el mundo; en donde los soles de cada cielo se representan con cabezas humanas. Se puede observar también una cancha del juego de pelota y esculturas como la de su último gobernante Tzots Choj; así como piezas arqueológicas con más de 300 años de historia de la cultura... Leer más ...
Las vacaciones de verano constituyen la clásica idea de tomarse unos días para descansar y alejarse de los problemas de la vida diaria, del trabajo y de la ciudad, pero pese a ello se suelen vivir varios días intensos de actividades y excursiones. Sin embargo, el fin de semana largo o tres o cuatro días de vacaciones antes de fin de año constituyen la opción ideal para anticipar las vacaciones de verano y visitar un destino bello, apacible y que brinde paz.
Uno de esos sitios es Costa del Este. Es una ciudad costera que se encuentra a 320 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires. Desde allí, por la Autovía 2 (o Ruta Nacional2) recorreremos la ruta directamente hasta la Ruta Interbalnearia. Desde allí, y tras llegar al primer balneario llamado San Clemente del Tuyú, iremos recorriendo la ruta que bordea la costa, pasando por los accesos a Las Toninas, Santa Teresita, Mar del Tuyú y luego, Costa del Este.
En 1977 se la declaró como Reserva Natural Provincial. Se observan diversas colonias de aves marinas. Tales como, pingüinos, cormoranes de cuello negro y gaviotas cocineras. En la bahía ocasionalmente es posible observar toninas overas recorriendo las crestas de las olas.
Las imágenes fueron obtenidas en unos de los viajes que realicé este verano pasado.
Ubicada a 310 km de la Capital Federal, Santa Teresita limita al norte con la localidad de Las Toninas, al sur con Mar del Tuyú, al oeste con el partido de Gral. Lavalle y al este con el majestuoso mar Argentino.
Esta ciudad turística costera es un tradicional lugar de veraneo que muchos turistas eligen por el particular ambiente familiar que se genera. Posee diversos atractivos que otorgan las más variadas propuestas tanto para entretenerse como para descansar.
De clima templado, el verano de Santa Teresita es agradable, con una temperatura que oscila entre los 21 y 33º C.
El visitante se encuentra con extensas playas donde puede disfrutar las bondades del mar, el sol y la arena realizando actividades costeras –paseos en cuatriciclos, caminatas, cabalgatas– o desde el agua, practicando natación o deportes náuticos como jet ski, windsurf, esquí acuático, entre otros.
S-61, Delfin.
El programa de defensa de los S60 fue aprobado por la Junta de Defensa nacional el 17 de noviembre de 1964 que comprendía los dos primeros buques, luego ampliado a dos más y financiados por ley 85/65 de 17 de noviembre. Con un coste inicial de 700 millones de pesetas los dos primeros, el tercero de la serie subió a 1.040 millones de pesetas (1964).
Los nombres y los numerales de las unidades de la serie les fueron asignados por orden ministerial 218/73 de 29 de marzo. Recibieron nombres de animales marinos: Delfín, Tonina, Marsopa y Narval, lo cual tenía un cierto precedente en los fugaces Clase Foca y Clase Tiburón, si bien, salvo excepciones (los citados anteriormente y los Peral, Monturiol, Cosme García, García de los Reyes, Mola y Sanjurjo), los submarinos de la Armada solían identificarse hasta entonces únicamente por sus numerales.
Estos submarinos fueron sometidos entre 1984 y 1988, durante su primera gran carena, a una modernización que comprendía fundamentalmente el sistema de armas, para poder lanzar torpedos filoguiados y el sistema de dsm (detección submarina). La modernización les dio un aspecto algo diferente a la proa de los submarinos... Leer más ...