Tras la visita a Roma del emperador Carlos I en 1536, el Papa Pablo III Farnese quedó avergonzado por el aspecto de la Colina Capitolina y encargó a Miguel Ángel el diseño de una nueva plaza: la Plaza del Campidoglio o Plaza del Capitolio.
La Plaza del Campidoglio es uno de los principales focos turísticos de la ciudad, no sólo por su céntrica situación o porque en ella se encuentran situados los Museos Capitolinos, sino porque en la esquina entre el Palazzo Senatorio y el Palazzo Nuovo se encuentra situada la escultura de la mítica Loba Capitolina que forma parte de la Leyenda de Rómulo y Remo.
Una de las plazas más famosas de Roma es sin duda la Piazza del Campidoglio. Situada en la cima de la colina Capitolina, fue aquí donde estuvo en la antigüedad el Templo de Júpiter y el viejo Tabularium o archivo público construido en el año 78 a.C. Precisamente en el mismo lugar que ocupaba este edificio puede verse hoy el Palazzo Senatorio, sede del Ayuntamiento de la ciudad ya desde mediados del siglo XV.