Cuando rodeas la intersección que la gente llama el cruce de Timehri, estirá el cuello para vislumbrar la carretera que entraba y salía de un exuberante follaje denso.
Cuando te acercás a la carretera, prepara para esa sensación estimulante cuando el autobús parece descender, dando esa sensación como si uno estuviera volando como un águila. Casi gritas en voz alta con su intensidad, mientras esa sensación viajaba por la columna, evocando el deseo de reír o gritar en voz alta solo para aliviar la sensación.