Además de su preciosa iglesia y sus encaladas y estrechas callejuelas, se encuentra un pequeño museo dedicado a la historia minera de Milos, donde pueden encontrarse mapas que detallan la geología y el origen volcánico de la isla, la historia minera y su privilegiado entorno natural.
Uno de los centros urbanos más populares de Milos es el pueblo de Adamas, el coqueto puerto al que llegan los ferries desde Atenas. Aquí se mezcla gente que viene y va junto con los comensales que eligen mesa en una interminable sucesión de terrazas junto al mar.
Yo también, pues para eso se hacen, y así lucen magníficamente.
La original columna rostral de Duilio seguro que se mantuvo erguida al aire libre sobre el Foro de Roma proclamando la victoria naval de Milo y el honor de su almirante. Pero el tiempo y la historia tienen la costumbre de destruir o enterrar lo viejo para sobre el construir lo nuevo, por eso aquella columna se perdió y solo pudo encontrarse algunos fragmentos que hoy están en los Nuevos museos Capitolinos.
La columna que hoy se contempla en el Museo de la Civilización Romana es solo una reconstrucción de aquella perdida y obra de Jona Lendering.